El equilibrio de la felicidad

Lo reconozco, estoy sensible con este tema. Llevo tiempo madurando una reflexión en torno al equilibrio de la felicidad. Y creo que es el momento de compartirla.

Pero antes, una pregunta que aparentemente no tiene nada que ver con el tema: ¿Conoces el síndrome del coche amarillo? Si te pregunto cuántos coches amarillos has visto en la última semana, probablemente asegurarás que ninguno. Pero si focalizas tu atención, empezarás a descubrirlos a diario. Antes simplemente te pasaban desapercibidos (lo cierto es que hay muchos más de los que crees). Pues algo parecido me ha ocurrido con el concepto de la felicidad, y es que no paro de encontrarme con referencias, artículos, conferencias y charlas que hablan sobre el tema.

Los que me conocéis un poco, sabéis que ni me dedico a escribir libros de autoayuda, ni que soy un profesional del coaching. Pero hay una cuestión que no deja de darme vueltas en la cabeza: ¿Qué es la felicidad? Párate un segundo y piénsalo. Si murieras ahora mismo, ¿volverías a vivir tu vida haciendo exactamente lo mismo, sin cambiar nada?

Cuatro variables para el equilibrio de la felicidad

Creo que la felicidad tiene que ver con el equilibro entre sí de 4 aspectos fundamentales en nuestra vida. El primero tiene relación con la salud y el sitio donde vives (necesitas sentir seguridad). El equilibrio también afecta a tu pareja, a tu familia y a tus amigos (o lo que viene ser lo mismo, equilibrio en el amor). También es importante encontrar un equilibrio en tu profesión. Y, por último, no nos olvidemos de la necesidad de encontrar el equilibrio en cuanto a nuestro mundo espiritual: con el más allá, con tu verdadero Yo o con cualquier religión en la que le tengas fe. Ultimamente lo veo reflejado en este esquema:

Cada uno busca su propio equilibrio entre estas 4 variables.

A su vez, la búsqueda de ese equilibrio tiene mucho que ver con la felicidad. Me explico: Deseamos, por ejemplo, tener siempre buena salud. No obstante, uno valora más la salud después de una enfermedad propia o de alguien de nuestro entorno. Es posible que la relación con algunos amigos o familiares a veces nos asfixie, pero la valoras aun más después de descubrir la generosidad con la que te tratan y perdonan.

Es probable que echemos pestes de nuestro trabajo y sobre todo de nuestros jefes, pero en algún momento te das cuenta de lo mucho que te enseñaron y cuánto tiempo te dedicaron. Lo mismo sucede con nuestra espiritualidad. Parece que hayamos perdido la conexión con aquello en lo que creemos, pero cuando te encuentras con grandes adversidades (las de verdad grandes) te sorprendes llamando al más allá para pedir ayuda.

Cómo abordar la búsqueda

En cualquiera de estos cuatro aspectos de nuestra vida es posible encontrar el equilibrio, eso sí, teniendo claro nuestra capacidad personal para gestionar diferentes situaciones y las dificultades con las que nos podemos encontrar:

(gracias Alfons Cornella x la referencia)

Lo que es cierto es que vivimos en tiempos revueltos. Nuestra sociedad se ha permitido el lujo de olvidarse del equilibro. Lo importante es SER algo o alguien. Parece que lo importante es conseguir RECONOCIMIENTO y que lo importante es TENER muchas cosas. Pero creo que todo esto desvía la atención. Ser, tener y conseguir reconocimiento no te hará más feliz. La felicidad está en la búsqueda del equilibrio de cosas tan básicas como la seguridad, el amor, el trabajo y tu espíritu. Así de simple, así de complicado.

Este post está dedicado a Nicolás. Para que sea una buena persona y que disfrute de la búsqueda del equilibro.

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15 Responses
  1. Michelle

    El sindrome del coche amarillo se llama Disonancia Cognitiva. Muy lindo el artículo, creo que al final nuestro fin personal siempre debe ser la búsqueda de la felicidad; que nunca va a ser una constante sino más bien fluctuante, sólo no hay que perder el norte.
    Besos Tito y me contagias de tu felicidad.

  2. Diego

    Bueno, en realidad no creo que la felicidad sea un estado que llegue a alcanzarse cuando se consiguen ciertos factores.. es más una media estadística de pequeños grandes momentos.

    Nadie es completamente feliz durante más de 48 horas seguidas, ya que ese estado no existe de esa forma.

    Quien busca la felicidad intentando juntar ingredientes, está destinado al fracaso. se puede tener todo.. siempre se querrá más, está en nuestra naturaleza.

    El secreto, si lo hay, está relacionado con lo que has escrito, pero no intentemos usarlo como receta o acabaremos como los que buscaban la fuente de la eterna juventud.

  3. Ursula Cid

    EL equilibrio del que haces mención es para mi la base de la felicidad, la ausencia de problemas serios. En ese estado de despreocupación mental, somos capaces de retener una experiencia felíz que nos invada por completo. Esos momentos que jamás podremos pagar con una visa oro, y que para cada uno toma una pincelada diferente. Es verdad, lo que dice Diego, no dura 48 horas, pero quedan en nuestro recuerdo toda la vida. Hace años que no tengo la oportunidad de ver las perseidas y tumbarme con mis cascos a ponerle banda sonora, y sintiendo la brisa del mar en ese momento tan mágico, y solo necesito a alguien a mi lado cuya empatía sea tal que durante tan magnífico espectáculo, no crucemos ni una palabra. Llamadme ñoña, para mi esa es la magia de la vida. Enhorabuena, por tu blog, Tito.

  4. Fernando, hace rato que tienes claro lo que es la felicidad, basta verte con Super Carol, ahora Niconet;-), y como bien nombras la familia, amigos, eso es lo que vale la pena de la vida, lo que da sentido a este trayecto. Coincido contigo que hay que tener los 4 planos: seguridad, amor, trabajo y el tema espiritual es mucho más importante de lo que la gente cree. A mí me pueden quitar mi trabajo, mi pareja se puede ir, o de repente debo cambiar de país o de barrio, pero nadie me quita lo que soy, mis valores, lo que me salva de cualquier crisis y tsunamis . Eso es lo que me quedará hasta que me muera. Al final de cuentas, el éxito profesional sigue siendo una cosa efímera que se la lleva el viento y el tiempo

  5. Muy bueno Fernando, as usual :-D

    A ti que te gustan tanto los círculos (y los triangulitos): me imagino esta fórmula de la felicidad con cuatro círculos secantes entre sí, cada círculo con uno de los conceptos que has mencionado (Seguridad, Amor, Trabajo, Espiritualidad).

    La felicidad máxima se encuentra en el punto que los cuatro círculos confluyen. La felicidad relativa se encuentra en los puntos en que sólo lo hacen 3 de los círculos, pero no es una felicidad plena. Es el punto en el que estás bien contigo mismo pero sientes que te falta algo.

    ¿Que te parece?

  6. Primero felicitarte por nico, te felicito por tu reflexión. No solo por la felicidad, por lo que tu hijo ha desencadenado, tu has dado un salto importante cuando diste el paso a independizarte como consultor (En ese paso has buscado algo distinto, diferente y con tu hijo esa diferencia es exponencial, considero que nada es casualidad, y es lo que has buscado. entiendo perfectamente como debes estar sintiendote porque he pasado por las mismas circunstancias en mi caso lucas ha dado lo que llamo la vuelta a la tortilla. La felicidad no es algo standard, cada persona genera sus circunstancias y logra su felicidad, tito éxito y gracias por compartir tu espacio. en mi blog siempre posteo faros invitados, esas ideas que dan luz y quisiera compartir un post de Marta Romo de eurotalent que se llama éxito y/o felicidad http://7faros.blogspot.com/2011/04/exito-yo-felicidad.html
    Hasta la proxima

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