La Economía de la Generosidad

Después de una comida muy interesante con Rafa Soto, nos dimos cuenta que alguien tenía que escribir sobre la importancia de la generosidad en el mundo que nos rodea. Ya adelanté este tema brevemente hace un tiempo en el post «No hay nada gratis». Así que ahí va: la economía de la generosidad.

El fin de la abundancia

Vivimos tiempos de cambio. Desde hace más de tres años se habla de crisis económica, pero creo que la crisis ya ha pasado. A lo que nos enfrentamos ahora es un nuevo entorno, no una crisis. Un nuevo entorno en el cual la palabra clave es incertidumbre. Después de años viviendo en abundancia toca situarse en un nuevo modelo. Nadie sabe cómo va a ser, pero lo que sí que queda claro es cómo no va a ser.

En este nuevo modelo varios temas van a ser críticos. Desde mi punto de vista, los podemos agrupar en tres conceptos: responsabilidadsostenibilidadgenerosidad.

Del desarrollo generalizado de estos tres conceptos dependerá nuestro futuro. Cada uno requiere de un amplio desarrollo, pero para que nos entendamos yo los defino de la siguiente manera:

Responsabilidad es asumir las consecuencias de nuestros actos y de no permanecer indiferentes frente a las injusticias. Sostenibilidad entendida como equilibro: ser conscientes de que cualquiera de nuestros actos no debe producir un desgaste innecesario de los recursos de nuestro entorno. Generosidad es dar más de lo que recibimos.

¿Economía + Generosidad?

Desde una óptica etimológica, la Economía es una ciencia social que estudia transacciones, por lo que hablar de Economía de la Generosidad se podría representar en un esquema parecido a éste:

En este esquema se representa una transacción en la que una de las partes da más de lo que recibe. Lo da por voluntad propia, sabiendo a conciencia que la transacción no está equilibrada. A pesar de saberlo, la parte «generosa» entrega más. Lo entrega porque sí. Por pasión. Por amor. Por algo que no puede ser cuantificado, pero que produce un resultado cuantificable.

Una aplicación práctica

En el sueldo que te pagan no está incluido estar de buen humor, ni saludar a las personas por la mañana con una sonrisa. Pero sabes que es mucho más agradable trabajar con alegría que sin ella.

Tampoco está incluido en tu contrato laboral el entregar tu trabajo más rápido o mejor acabado, pero es lo que ocurre cuando te apasiona lo que haces y, en consecuencia, te cuesta distinguir entre trabajo y hobbie.

En el caso de que seas jefe, sabes que nadie te compensará por dar una palmadita en la espalda a esa persona que, a pesar de no hacer las cosas como a ti te gustaría, se ha esforzado. Pero sabes que agradeciendo el esfuerzo, la gente se seguirá esforzando y finalmente conseguirá mejorar.

Tampoco tus clientes te pagarán ese fin de semana que has trabajado para ellos. Lo haces porque te gusta su marca. Porque crees -de corazón- que lo necesitan.

Trabajar con gente generosa

Trabajar con gente generosa te da siempre más. No obstante, una advertencia:

La generosidad nadie la paga. Pero eso no implica que no hay que ser agradecido. La generosidad es como el amor, si no es correspondido de alguna manera, al final se apaga. Hay que cuidar a las personas generosas. A las organizaciones generosas. Lo triste es que por naturaleza afectiva, solemos ignorar a aquellos que nos adoran y prestamos atención a los que nos ignoran.

Nuestro mundo y el de nuestros hijos cambiaría enormemente si todos y cada uno de nosotros aplicara unas gotas más de generosidad a su vida, a su trabajo o simplemente mostrara gratitud con las personas u organizaciones que lo son. Conseguiríamos construir algo mejor, no basado en un bien individual sino basado en las ganas de compartir más.

Actualización 2020

Soy @titonet en el año 2020 y me he dado cuenta que el significado verdadero de la palabra «generosidad», viene de generar, no de dar. Las personas generosas son aquellas que generan algo en los que lo reciben. No se enfocan en lo que dan, sino en asegurarse que ocurre algo después.

Dos temas a subrayar: Existe una intención al dar y por otro lado, sólo puede ser generoso el que algo tiene.

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8 Responses
  1. […] PD: Evidentemente, ésta es sólo una cara de la moneda. Esta es la realidad. Pero esto no significa que debería de ser así. Por ello en breve me gustaría hablar sobre la importancia de la Economía de la Generosidad. […]

  2. Yo creo que sí, la generosidad te lo paga la gente. Creo que la empatia es una de las más grandes componentes de un negocio exitoso. Y la empatia es generosidad. Ademas estar de buen humor y con una sonrisa, te da mucho a ti mismo, más que nada, porque estar de buen humor es una eleccion que haces cada día. y claro tiene efectos colaterales: clientes mejor atendidos.
    me ha gustado la ecuacion de la economia y la generosidad.
    gracias por el articulo.

  3. Mil gracias Fernando por tu pasión que se ve reflejada en cada una de las entradas de tu blog.

    Estoy totalmente de acuerdo con la reflexión que realizas sobre la naturaleza afectiva. Es una lástima que no sepamos apreciar y valorar a aquellas personas que nos rodean y nos dan soporte cuando los necesitamos y sin embargo como tu bien dices prestemos atención a los que nos ignoran.

    Saludos

    1. Gracias Ignasi por lo de la pasión… ya sabes sale sin darse cuenta…

      No creo que diga nada nuevo, pero sí que creo que ser conscientes de nuestra naturaleza afectiva nos ayuda a que, entendemos de forma coherente el término de inteligencia emocional.

      Gracias por el comentario, lo valoro muchísimo.

  4. Gracias, Fernando, cada post diario tuyo es una lección de generosidad que nos permite aprender de tus conocimientos y experiencia.

    No hay ningún pensamiento mejor para empezar un año nuevo, que éste que hoy nos propones.

    ¡Felicidades!

  5. mherrero

    Gracias, cuando plantas una semilla no te das cuenta que un día sale un pequeño brote, y con el tiempo se convierte en un arbol. Y solo has ido poniendo un pco de agua, y a veces nada.
    No ha estado de moda ser generoso, y puede que sea una de las causas de eso que llaman crisis.
    Me ha gustado mucho.

  6. david Llarena

    «Nunca valores un día por la cosecha que recojas por la tarde. Valóralo por las semillas que hayas sembrado por la mañana» Robert Louis Stevenson

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