Lo que hay alrededor de los datos es igual de importante que los datos
Cuando hablamos de datos, tenemos mucha ansiedad por hacer que todo cuadre. Pero cuando juntamos varias fuentes, varios proyectos, varias frecuencias de tiempo, varios formatos, las cosas se complican y acabas sumando peras con manzanas. Eso sí que quede todo en un dashboard y que me ayude en las decisiones.
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Muchas veces no pensamos demasiado, pero un dato puede ser corrompido con cierta facilidad. Sí he dicho corrompido.
Nos interesa tener buenos datos y por ello debemos prestar atención a todo lo que envuelve el dato: hablamos del método de recogida, la estandarización, de la normalización, la seguridad, la trazabilidad, la clasificación, la documentación o la definición de los niveles de accesibilidad. Per
Estas tareas tienen la misma importancia que el dato en sí mismo.
Siempre me han divertido mucho ver los Dashboard en la entrada de una empresa. Son efectistas. Por lo general siempre enseñan un mapa, unas gráficas de barras con la evolución de algo y algo relacionado con las redes sociales.
Ese efecto WOW para los visitantes puede verse ensombrecido para las personas que trabajan en la empresa cuando resulta que, por ejemplo, los datos que muestra no coinciden con los datos que manejan las áreas o no se actualizan a la misma velocidad.
El trabajo de analistas aparece un engorro, parece que no aportan valor, pero son la base y el fundamento a para asegurarnos la calidad de los datos con los que trabajamos.
Ellos son los que protegen lo que envuelve a los datos.
Repite conmigo: Lo que hay rodea al dato es igual de importante que los datos.
No pensamos mucho en los errores que hacemos con los datos y esto nos lleva a datos erróneos. Los datos erróneos, nos llevan al error.